Un miembro de PCA resulta herido tras los enfrentamientos con los agentes policiales La Plataforma pide la unión sindical para participar en «una gran huelga regional»
La Policía Nacional detuvo ayer pasadas las 19:30 de la tarde a los sindicalistas Cándido González Carnero y Juan Martínez Morala. Ejecutaban una orden de ingreso en prisión firmada por el magistrado Lino Rubio. Lo hicieron por separado y apenas una hora después de que se disolviera la última concentración convocada por la Plataforma contra la Represión y por las Libertades en la plaza del Ayuntamiento coincidiendo con la constitución de la nueva corporación municipal. Tras pasar algo más de una hora en las dependencias policiales y con medio centenar de simpatizantes concentrados en el exterior de la comisaria, Carnero y Morala eran conducidos hasta la prisión de Villabona. Ambos están condenados a tres años de prisión por los destrozos causados durante una de las movilizaciones de Naval Gijón.
«Tenemos una orden judicial que ejecutar». Eran las 19:40 de la tarde. Cándido González Carnero caminaba hacia su casa junto a su mujer y un antiguo compañero del comité de empresa, Ramón González Turón, cuando una patrulla policial le obligó a la altura de la plaza de Máximo González a subirse al vehículo oficial para conducirlo hasta la comisaria. «Ni siquiera le permitieron que acompañara a su mujer hasta el portal», narra González Turón minutos después. A escasos kilómetros, una escena similar terminó con la detención de su compañero Juan Manuel Martínez Morala. En esa ocasión, la patrulla le obligó a detener, cerca de Viesques, el vehículo que conducía y en el que también viajaba su familia.
Trasladado por la UVI
Al grito de «¿libertad, libertad!» los simpatizantes de los dos sindicalistas que se habían ido concentrando a las puertas de la comisaria trataron de seguir el coche oficial que les condujo hasta la prisión pero terminaron enfrentandose con los efectivos policiales que escoltaron su salida. Tras una confusa reyerta, el responsable de extensión del PCA, Lisardo Suárez, terminó tendido en el suelo aquejado de un fuerte dolor en la rodilla izquierda. Pasadas las 9:26, Lisardo fue trasladado hasta el hospital de Jove animado por los gritos del centenar de simpatizantes que fueron llegando a la rotonda de salida de la comisaria. «¿Todos somos Cándido y Morala!».
Los primeras valoraciones de los representantes de la Plataforma no tardaron en llegar. Calificaron el método de detención elegido de «provocador e ilegal». «Se ha tratado de una detención trampa», señaló el secretario de Organización del PCA, José Ángel Piquero que aseguró que «desde la Consejería de Justicia se filtró que la detención se iba a realizar a partir del lunes». La Plataforma que calificó la detención «prevista por la Delegación de Gobierno» de «película de terror» anunció ayer su intención de continuar con su calendario de movilizaciones y pidió la unión de todos los sindicatos para convocar una gran huelga regional «contra los métodos de represión laboral». «Cualquiera puede ir a la cárcel por defender su puesto de trabajo», destacó Alonso Gallardo que culpó a la Delegación de Gobierno de utilizar un método de detención «arbitrario y autoritario, utilizado para los delincuentes».
El Comercio Digital
La Policía Nacional detuvo ayer pasadas las 19:30 de la tarde a los sindicalistas Cándido González Carnero y Juan Martínez Morala. Ejecutaban una orden de ingreso en prisión firmada por el magistrado Lino Rubio. Lo hicieron por separado y apenas una hora después de que se disolviera la última concentración convocada por la Plataforma contra la Represión y por las Libertades en la plaza del Ayuntamiento coincidiendo con la constitución de la nueva corporación municipal. Tras pasar algo más de una hora en las dependencias policiales y con medio centenar de simpatizantes concentrados en el exterior de la comisaria, Carnero y Morala eran conducidos hasta la prisión de Villabona. Ambos están condenados a tres años de prisión por los destrozos causados durante una de las movilizaciones de Naval Gijón.
«Tenemos una orden judicial que ejecutar». Eran las 19:40 de la tarde. Cándido González Carnero caminaba hacia su casa junto a su mujer y un antiguo compañero del comité de empresa, Ramón González Turón, cuando una patrulla policial le obligó a la altura de la plaza de Máximo González a subirse al vehículo oficial para conducirlo hasta la comisaria. «Ni siquiera le permitieron que acompañara a su mujer hasta el portal», narra González Turón minutos después. A escasos kilómetros, una escena similar terminó con la detención de su compañero Juan Manuel Martínez Morala. En esa ocasión, la patrulla le obligó a detener, cerca de Viesques, el vehículo que conducía y en el que también viajaba su familia.
Trasladado por la UVI
Al grito de «¿libertad, libertad!» los simpatizantes de los dos sindicalistas que se habían ido concentrando a las puertas de la comisaria trataron de seguir el coche oficial que les condujo hasta la prisión pero terminaron enfrentandose con los efectivos policiales que escoltaron su salida. Tras una confusa reyerta, el responsable de extensión del PCA, Lisardo Suárez, terminó tendido en el suelo aquejado de un fuerte dolor en la rodilla izquierda. Pasadas las 9:26, Lisardo fue trasladado hasta el hospital de Jove animado por los gritos del centenar de simpatizantes que fueron llegando a la rotonda de salida de la comisaria. «¿Todos somos Cándido y Morala!».
Los primeras valoraciones de los representantes de la Plataforma no tardaron en llegar. Calificaron el método de detención elegido de «provocador e ilegal». «Se ha tratado de una detención trampa», señaló el secretario de Organización del PCA, José Ángel Piquero que aseguró que «desde la Consejería de Justicia se filtró que la detención se iba a realizar a partir del lunes». La Plataforma que calificó la detención «prevista por la Delegación de Gobierno» de «película de terror» anunció ayer su intención de continuar con su calendario de movilizaciones y pidió la unión de todos los sindicatos para convocar una gran huelga regional «contra los métodos de represión laboral». «Cualquiera puede ir a la cárcel por defender su puesto de trabajo», destacó Alonso Gallardo que culpó a la Delegación de Gobierno de utilizar un método de detención «arbitrario y autoritario, utilizado para los delincuentes».
El Comercio Digital
Soy un asturiano que vive en Suiza y me da vergüenza que un gobierno que se dice de izquierda, que yo llamaría mejor dicho, “Izquierda Caviar”, pueda hacer esto con unos señores que defienden los intereses de los obreros, eso me recuerda años negros en el que mandaba un tal Pacho y lo peor de todo es que todavía seguimos votando por esta gentuza, no tienen otro nombre, será que somos masoquistas y nos gusta que nos den palos y encima les aplaudimos, que vergüenza!, y lo peor de todo es que esas noticias llegan hasta aquí (Suiza) y a mi me rompen el alma, por no decir otra cosa.
ResponderEliminarSoy una asturiana que llevo viviendo en Suiza muchos años… será seguramente la añoranza pero me gusta el cine español, una película guapa es Los lunes al sol, historia muy semejante a la que están viviendo Morala y Carnero..Solamente que en Galicia por romper una farola lo mas que te ponen es pagarla y en Asturias tres años de cárcel…buscar el error, se abran equivocado?..Sino, la verdad me cuesta entenderlo.
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