
Activistas de Greenpeace han realizado este abordaje al mercante Windsor Adventure en Gijón, para pedir que no se queme más carbón y denunciar que España importa y subvenciona el combustible fósil que más contribuye al cambio climático. De esta manera, Greenpeace señala el carbón como responsable de la grave dependencia energética de España y de su enorme responsabilidad con el calentamiento global del que España es víctima y partícipe.
"España, como miembro de la Unión Europea, es el último en Kioto y el cuarto consumidor de carbón. Esta negra clasificación retrata la eficiencia de las políticas utilizadas" -ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace.
En España no es posible producir carbón a costes competitivos con el mercado mundial y por ello se importa alrededor del 60%. Esta cifra está muy por encima de la media del comercio internacional de carbón, que es un 15%. Así, el carbón contribuye a aumentar la dependencia energética española.
Las ayudas directas e indirectas que ha recibido y recibe el carbón son numerosas. El sector del carbón nacional sobrevive gracias a las subvenciones que están recogidas en el Plan Nacional de Reserva Estratégica de Carbón 2006-2012, junto con los incentivos a las centrales térmicas que produzcan energía eléctrica a partir de carbón autóctono, la concesión gratuita de derechos de emisión de CO2, la inversión en I+D, etc. Por último, pero no menos importante, hay que sumar los costes de la actividad que no son asumidos por esta industria sino por el Estado, las comunidades y las personas. De esta manera, y en un contexto de crisis económica, se está haciendo falsamente rentable un negocio que paga toda la sociedad.
Greenpeace presenta hoy en rueda de prensa, simultáneamente en Madrid y Asturias a las 11:00h, el informe El carbón en España, un futuro negro.
Comentarios
Publicar un comentario